
Nada mejor que un paseito por la tarde después de currar por un sitio bonito de monte y se te pasan todos los problemas.
Cuesta conducir hasta allí y hay que vencer la pereza y el cansancio pero esa calma y bienestar con la que vuelvo después de la desintoxicación... NO TIENE PRECIO!!!
Si encima me acompaña Frodo, mi fiel escudero mejor que mejor. EN esta ocasión se une Alberto, que no conocía la zona y que disfruta de lo lindo.


No hay comentarios:
Publicar un comentario