Iogrea

Ya va siendo hora de dar un cambio de temperatura al blog. La nieve va desapareciendo y deja paso a la primavera. Parece que la bici está abandonada, nada más lejos de la realidad aunque si lo han estado las fotos y crónicas al no realizar nada digno de mención.

Para remediar este "parón croniquero" ¿¿qué mejor que la excusa de probar una ruta completita para ver la viabilidad de la kdd de semana santa en la casa de la cueva ??

Pues dicho y hecho.
No saldremos de la casa de la cueva ya que la ruta es más o menos circular y si no estás durmiendo allí es un coñazo llegar así que salimos del Espinar.
Aparecemos Santiago, Juanqui, JoseRa, Rubén, Ramón y yo.

El tiempo es frío e inestable. Frente al solazo despejado que tenía al salir de casa, los leones alberga la única nube negra de la zona que está enganchada, baja la temperatura e incluso ha dejado una pincelada de nieve durante la noche.



Parece que hará fresco pero al poco desaparece la nube, nos quitamos ropa y disfrutaremos de un precioso día primaveral.

El recorrido nos lleva del Espinar a San Rafael por una serie de dehesas y bosquecillos de senderos casi desaparecidos por el paso del invierno y de San Rafael al Collado del Hornillo apretamos los dientes para subir y vadear algún riachuelo del precioso entorno verde y húmedo que ha dejado el deshielo.







Ramón nos deja que va con hora y lo hemos planteado para bocata y reláx y para despedirse de él Juanqui le obsequia con un mollitazo en parado en toda regla.
Proseguimos ascendiendo hasta el collado bajo el refugio Salamanca. Las nubes han desaparecido y brilla el Sol, mostrándonos unas preciosas vistas de toda la sierra y Madrid al fondo.





Barrita, proteccione... y toca bajar!! Enfilamos el gr10 que bordea el risco de Polanco y el cerro de la Carrasqueta nos trae algunos sudores para remontarlo y disfrutando de los melonares pedroleros de la zona descendemos ya mucho más sencillo hasta la entrada del campamento Peñas Blancas.









Juanqui quiere llevarse un recuerdo y casi se hace un piercing en la oreja al engancharse con una rama. Hoy no está siendo su día ya que otro mollitazo más adelante le dejará tocadas las lumbares con un bonito recuerdo verde.



Toca la parte más "sosa" de la ruta al remontar por pista hasta prácticamente de nuevo el Collado del Hornillo pero el día de la kdd es el principio de la ruta y servirá para calentar.

Naranjito (Rubén) ya por estos lares no anda nada fino y entre pitos y flautas vamos algo retrasados y el estómago ruge. Mi idea era haber comido en la gargantilla pero ni de coña aguantan sin sublevarse así que al subir al Valle de Enmedio hacemos un alto al solecito para papear los deliciosos bocatas que sacamos de las mochilas.





De nuevo protecciones que toca la bajada más viril del día. El primer tramo es el más "divertido" con unos pedrolos grandes y bien sujetos donde elegir la trazada adecuada conlleva el éxito o fracaso. Voy intentando seguir la rueda de Ender y no sé cómo paso por una zona fuera de mi trazada habitual y un escalonaco de narices y de pronto veo a Ender marcándome el nuevo paso desde un ángulo nuevo para mi. Lo encadeno y suelto un grito de éxtasis al bajar sin poner pie! Prueba superada!!
Nos reunimos en el refugio y seguimos bajando que aún queda un buen tramito divertido.

Dejamos la dirección al camping para hacer el "acto de Fe" que nos lleva por un sendero muy desdibujado directamente a las presillas, y desde ahí proseguiremos contemplando el bosque siempre por sendero y remontando sin piedad hasta el alto de la Gargantilla.





Naranjito necesita un serio reposo y dada la hora y lo maltrecho que va Juanqui tras sus diversos mollitazos es inviable la idea inicial de coronar Cueva Valiente así que protecciones que toca disfrutar de la trialera y el Ingeniero, una de las veredas más largas y espectaculares de la zona.



Más muerto que vivo llega Rubén a la cascada del Ingeniero donde Santi refresca sin querer el pie derecho y donde tomamos fuerzas para disfrutar de una de las bajadas más sencillas pero disfrutonas del día.



Nuestro gozo parcialmente en un pozo porque parte de lo mejor de la bajada está lleno de una poda horrenda de árboles sin limpiar pero el final siempre deja buen sabor de boca y llegamos con una sonrisa de oreja a oreja a los coches tras 40km de ruta y 1300m de desnivel que engañan mucho ya que las bajadas son muy exigentes y las subidas están llenas de pasos explosivos donde "picarse" por no poner el pie que te minan poco a poco.



Buena forma de pasar el sábado disfrutando de lo que nos gusta con una rutita completa y divertida pero no apta para poco sufridores.