Iogrea

LLevamos una semana de cielos grises y plomizos pero este fin de semana ha dado una tregua y ha salido un sol radiante que ha dejado un paisaje espectacular.
Para poder disfrutar de los colores otoñales hace falta árboles con la gama cromática adecuada.
Aunque la propuesta de Santiago es muy generosa y tentadora nos juntamos muy pocos a disfrutar de la ruta y el envite. Lástima porque promete ser EL DÍA.

Aparecemos a las 9 en el parking de la silla de Felipe II y los rayos de sol tendidos de esta temprana hora arrancan unos dorados preciosos que resaltan los amarillos y rojos de castaños y robles.





Nos retrasamos en la salida puesto que Nano tiene que "operar" su burricleta y la de Muriel y a eso de las 9:45 salimos en dirección a las zetas de Abantos.
La llegada a las zetas es poco agradecida puesto que la preceden un par de rampones de interés pero las zetas se hacen muy bien al tran tran y entre que das una y buscas la siguiente sin darte cuenta estás arriba.



El pinar que nos acompaña durante la subida se cambia en el área recreativa por los colores propios del otoño y arrancan unas cuantas fotos a mi cámara.



Seguimos subiendo hasta Abantos, donde el cambio de paisaje es muy contrastado. Las praderas verdes con la limpieza de horizonte del que disfrutamos hoy nos transporta a otros lugares.
Entre fotos, Nano ve la hora y dado que se está recuperando de su lesión del brazo y por tanto no anda muy fino de forma piensa en acortar.







La ruta propuesta recorre la cuerda del gr10 desde abantos hasta cueva naranjera para bajar a peguerinos y bordear el embalse, remontar el arrastradero al embalse de tobar y su trialera y volver a Malagón.
Barajamos posibilidades y puesto que el día invita a disfrutar y a Santi se le hace la boca agua de pensar en los manjares y la cerveza que nos aguardan en su furgo... decidimos llegar a Abantos y tirarnos para abajo.





Dicho y hecho, coronamos y afotamos un rato y bajada trepidante evitando al máximo la pista para empalmar con los Vascos.
Este sendero está chulísimo en cualquier época pero en otoño encontramos los rojos más intensos de los robles en algunas zonas puntuales.





No sé si se ha notado... ;) pero estos días me suben la bilirrubina y bajo a saco disfrutando como un enano, parando a hacer fotos y adelantando luego (sorry por algún hamilton algo inprudente...)
Los Vascos se encadenan con el dh del Larios y noto la rueda pinchada así que tras reparar seguimos disfrutando de la bajada hasta llegar al restaurante la Horizontal.







LLevo ya un tiempo barruntando que el monasterio no es buen sitio para aparcar porque le quita un poco de chispa al final de la ruta al acabar por las calles y pongo en práctica una intuición que me ronda por la cabeza.
Seguimos desde la horizontal por la pista del pinar hasta su final, resulta que las zetas que nos dejan en la carretera a Ávila tienen un sendero lateral muy divertido que evita la pista y desde la horizontal es todo para abajo.



Siguiendo en dirección Ávila 200m sale el cruce de la silla y en dirección a la silla a los 100m sale una rampa de 20m que nos deja en la pista que bordea el castañar.
Santi no me cree cuando insisto en que es todo para abajo (que poca fe en el guia ;)... si yo soy muy buueeeenooo) y se va por la carretera a preparar el festín.
Nano, Muriel y yo pillamos el sendero que nos deja en la tapia, largo y divertido como pocos de la zona y Nano sigue bajando puesto que le tira más la opcional.
Muriel y yo remontamos la tapia por la senda contemplando la mejor zona del Castañar y trialeramos por el otro lado de la tapia enlazando senderos hasta llegar a los coches.

Frente a bajar desde el restaurante la horizontal al monasterio por las calles en 2min a disfrutar del pinar y luego las bajadias de la silla, esta opción me ha gustado bastante puesto que se le añade mejor entorno y mayor longuitud de bajada. Habrá que incorporarla para futuras rutas por esta clásica zona.

Santi ha pillado con buen ojo una estupenda mesa al solecito, a 5m de los coches y ha dispuesto el banquete.
Que lujazo!!! Todo son esquisiteces con las que deleitar el paladar mientras que nos da el solecito y estamos en manga corta.
Aún con bucle extra no es ni la 1:30 pero sienta de lujo.
Dan ganas de estar tumbados al sol disfrutando sin hacer nada más.

En fin, un día radiante en una época más bien triste. Algo tiene el otoño que deprime o cautiva... pero no deja indiferente.

PD: De las viandas no hay fotos... rico rico que estaba como para perder tiempo retratando ;)