Iogrea

Hay miles de cosas que hacer en cualquiera de los valles pero nos hemos propuesto un poco picotear y ya volveremos así que tras mirar posibles alternativas optamos por mover el campamento base con una parada intermedia en Brunico.
Cruzar a Austria nos quitaría mucho tiempo y aquí hay de todo así que tras recoger los bártulos volvemos a subir hacia Misurina pero esta vez pasamos el lago y tras pasar el peaje... si si, peaje en toda regla con sus máquinas y demás... llegamos al parking del Refugio Auronzo.

De nuevo un tiempo muy bueno aunque algo más nuboso que otros días y comenzamos a andar por la marcada pista con la imponente presencia de las 3 torres.


Es curioso cómo no se ven desde otros valles y sin embargo están exentas y tan marcadas desde este lado. Si torcemos la cabeza la vista no es peor...


En muy poco tiempo se llega al Refugio de Lavaredo y comienza a subir el sendero hasta llegar a un collado donde nos sorprendemos con una espectacular vista.


A partir de este punto hay un cartel de prohibido bicis... lástima porque hay unos senderos que quitan el hipo... y luego veremos a 3 endureros por ellos... así que no deben de hacer demasiado caso a la señal...

La ruta clásica de trekking sigue al refugio Locatelli pero nosotros giraremos a la izquierda apuntando al monte Paterno.


Sin prisa pero sin pausa ascendemos la empinada pendiente hasta llegar a la entrada de un túnel donde nos ponemos el kit y la luz. El frontal es muy recomendable en la ruta por el tunel del final aunque tiene más iluminación que el de Lagazoui.


El sendero es sencillamente espectacular. A media ladera con una caída de vértigo va bordeando sabiamente la montaña con algún paso entretenido.


En condiciones normales en verano no tiene nada de nieve pero nosotros pillaremos alguna que otra zonita... En una curva nos encontramos con 5m de nieve con una caída fea hacia la izquierda así que la cuerda vuelve a hacer su aparición y asunto arreglado.


Al cabo de un ratito andando cambiamos de lado de montaña y perdemos de vista las 3 cimas pero la vista sigue siendo espectacular.


Un pequeño destrepe y una ascensión por zetitas de tierra suelta nos dejan en un nevero tumbado pero largo que hay que remontar para llegar al cruce de caminos.


En esta intersección podemos subir al Paterno, bajar al refugio Locatelli o realizar otra ferrata que nos aleja así que optamos por subir al Paterno.


La subida se pone vertical y para el que está habituado a trepar es sencilla pero hay bastante gente y se hacen pequeños atascos ya que sólo tiran de brazos.


Como viene siendo habitual... de pronto en un paso interesante se acaba la línea de vida y desde aquí hasta cima aunque baja la exposición se sigue ya a pelo hasta cumbre.


La cumbre... nos deja sin palabras. 360º de puro placer visual y no sé para dónde apuntar la cámara... si para las 3 cimas...


el refugio...


a mi guapa mujer...


hacia el otro valle...


optamos porque nos tiren una juntos aprovechando que hay más gente y deseandamos lo subido hasta volver al cable de vida, donde pillamos el bucle que nos lleva de vuelta al cruce sin repetir.


Al principio del día habíamos coincidido en la subida al collado con un trío de asturianos pero ellos iban al Locatelli. Han hecho el sentido contrario de la ferrata y van detrás nuestro en la baja del Paterno.
Les comentamos que merece bastante la pena hacer el resto pero quieren terminar la circular a las 3 cimas y eso les alejaría así que bajamos todos juntos y así nos tiran unas fotitos.


Como yo hablo poco... y encima ellos conocen a los Castrones y les gusta también bastante viajar proseguimos la jornada juntándonos a ratos y haciendo más ameno el recorrido.


Desde el cruce hasta el refugio la bajada es por la cara norte y hay una buena cantidad de nieve. Aquí si que sube más gente y se nota porque han puesto unos pasamanos con cuerda para asegurar la caída y es que el cable de vida va casi 1.5m por debajo!!! pedazo paquetón queda aún!


Disfrutamos bajando por la nieve y nos quedamos con uno de los 3 que bajará con nosotros por el túnel mientras que los otros, cansados del atasco que hay de gente optan por una alternativa.


Al entrar al túnel el atasco se diluye y llegamos nosotros antes por muy poco jeje.


Después de ver el de Lagazuoi este no tiene nada que ver, más corto e iluminado y sin humedad y con los escalones mucho más agradables se nos hace muy rápida la llegada al refugio Locatelli.

Se nota que tiene fácil acceso porque está a reventar de gente tomando el sol y disfrutando de las buenas vistas. Nosotros comemos los bocatas y proseguimos ya que queremos dar la vuelta completa y aún nos queda un poco.


Un sendero marcado que se me saltan las lágrimas de pensar lo disfrutón que sería con la bici nos baja hasta el final de la morrena donde pastan plácidamente unas cuantas vacas y toca volver a subir y subir al tiempo que bordeamos la última torre.


Nos pillan de nuevo los asturianos que, aunque van más rápido han parado más tiempo en el refu y charlotea que charlotea nos mojamos un poco con cuatro gotas que caen y llegamos a los coches con una sonrisa de oreja a oreja.




Ellos van a Cortina y les hemos informado de lo que hemos hecho por alli, nosotros bajamos al Misurina a ver si es tan mono como dicen...








Hombre, bonito es pero... tras proseguir hacia el norte y pillar dirección Brunico paramos a media tarde en el Lago de Braies, situado pocos km antes de Brunico.


El entorno es idílico, las altas montañas con algún resto de nieve al fondo. El agua turquesa con reflejos del atardecer... tranquilidad, paz! y nadie en el agua? Estará prohibido?


Miramos pero no, estará fría?
Pues parece que tampoco!
Como no hemos andado hoy casi... empezamos a bordear y con la tontería damos media vuelta al lago y encontramos una playita de cesped donde ya no puedo resistirme más y me pego un estupendo chapuzón en este paraiso dolomítico.


Ya satisfecho desandamos y llegamos a Brunico. Nos alojaremos en el Kronen, situado en pleno centro histórico con piscina cubierta y como no... en oferta jaja.

Nos deleitamos con unos ricos platos para cenar y un riquísimo tiramisú al tiempo que en la calle cae una pequeña tormenta de la que nos hemos librado por los pelos y más felices que unas castañuelas nos vamos a dormir que mañana será otro día.