Iogrea

Ya se nos resistió el año pasado porque no podíamos coincidir todos y este año con el intenso invierno tuvimos que abortar la aventura pero de este sábado no ha pasado.
No las teníamos todas con nosotros puesto que el tiempo lo daban malo para el finde, el jueves mejoran las previsiones y dan que empeora el sábado por la tarde así que unas llamaditas express y todo montado.
Madrugón que te crió para ir desde Madrid a la plataforma, subir al Almanzor y volver a Madrid antes de que se ponga el tiempo mal.
Dicho y hecho.

Sábado 28:
4:15am... suena el despertador... pero si me he acostado hace 3h!!!
Aún dormido me visto y pillo la mochila y pasa JC a por mi y salimos a buscar a Juanqui.
A las 5:30 salimos en la furgo de Juanqui dirección a la plataforma. Cielo azul despejado precioso con algunas nubes hacen presagiar un día estupendo.
Nos faltan algunos compañeros de fatigas pero diversas causas les han impedido asistir.

7:15 llegamos a la plataforma y nos pertrechamos. No hay muchos coches y hace algo de rasca por estar a la sombra pero en cuanto que remontamos y nos ponemos al sol toca quitarse ropa.





Yo voy con la térmica y el shoftshell y podría llevar incluso menos.
Sin prisa pero sin pausa nos colocamos en un momento en el mirador dejando atrás la zona baja con escasez de nieve y comenzamos a pisar grandes neveros.





La nieve lleva ya tiempo caída con unos días uniformes así que está muy asentada y vamos siguiendo el estrecho carril de otras huellas hasta llegar a las zetas y de ahí al poco nos encontramos en la laguna.





La laguna está totalmente helada y parece consistente. Comienzo introduciéndome unos metros para hacernos la foto en la laguna helada pero... porqué no atravesamos que mola más y es más rápido... pues dicho y hecho. El hielo es firme y el grosor bueno así que la cruzamos por el medio y nos plantamos en el refugio a las 11.





En la charca esmeralda nos ponemos los crampones y agarramos el piolet que toca subir ya todo el rato. Hacemos la subida enfilando a la base de los 3 hermanitos para luego ir a media altura hasta juntarnos con el itinerario clásico, donde varios grupos se preparan para la subida.







El resguardo y el sol que pega hace que nos quitemos ropa y yo subo sólo con la térmica y vemos algunos en manga corta.
Pero la ventana de buen tiempo está llegando a su fin y por la laguna comienza a aproximarse una niebla espesa y nubes así que le imprimo un ritmo alegre a la subida y poco a poco vamos dejando atrás y adelantando al resto de grupos y nos presentamos en la portilla del Crampón perseguidos por la niebla pero sin llegar a pillarnos.







Lo que nos permite disfrutar de unas vistas espectaculares por el lado de Candeleda y un mar de nubes precioso por el norte.
Un poco de abrigo que pega aire y cuidadito que las últimas rampas son muy pinas pero el terreno está genial y nos plantamos en cima sin problemas a la 1.









Al poco de hacer las fotos nos engulle la niebla y ya que hemos llevado los arneses y demás Juanqui prepara el rapel y nos bajamos 30m rapelando gracias a unir la cuerda de Juanqui con la de otro grupete que había coronado.
Parecen tonterías de seguridad pero el casco me salvó de un buen chichón por un bloque de hielo que se desprendió al pasar Juanqui y evitó numerosas piedrecillas peques.





Según bajamos, la niebla se cierra y al llegar a la parte poco empinada paramos para comer aprovechando el resguardo y la ausencia de viento. La visibilidad es de unos 20m y comienza viento y nieve fina así que apretamos un poco el paso y ayudados por el gps y las huellas existentes volvemos al refugio. Son las 15:45





Vamos con la capa exterior mojada pero no cala así que enfilamos el regreso bordeando la laguna y siempre acompañados por la niebla con mayor o menor densidad llegamos al mirador y comenzamos la bajada a la plataforma.



En el último tramo el viento es más intenso y llego con los pliegues del shoftshell congelados. Qué gustazo ver cómo aguanta el material!!
Llevaba más ropa en la mochila pero al no parar esas capas aguantan perfectamente.
En la furgo nos cambiamos y nos ponemos ropa seca y más felices que unas castañuelas emprendemos el camino de regreso a casa.

Nos han salido 20km y 1700m de desnivel que hemos realizado en 5:15 de ruta y otras 3h de paradas según el gps, con un madrugón considerable pero que ha merecido la pena.
Las vistas espectaculares no desmerecen la trepada pero lo divertido del tramo final y el rapel entre la niebla junto con el paso de la laguna helada es lo que más me gustó.

Lástima los que no pudieron venir porque fue un día completo de los dignos de recordar.