Iogrea

Como final para la preparación del Posets el martes afrontamos la ascensión al pájaro en la Pedriza por su cara Noroeste. Una canal empinada donde afrontaremos diversas trepadas a las que los libros otorgan un grado III. Y luego la cabeza con grado V y su rapel volado, objetivo final de la excursión.



Salimos Gonzalo, Juanqui y yo a las 10 de Cantocochino y sin prisa pero sin pausa en un rato nos encontramos en las faldas del pájaro. Por este lado no habíamos subido nunca y nos cuesta un par de intentos dar con el canal pero finalmente lo encontramos y comenzamos a trepar.



Hay buenos agarres y buenas vistas aunque el peso de la mochila desequilibra un poco en tramos algo más expuestos.








Con una pequeña subida de adrenalina y disfrutando de la subida nos encontramos en la base de la Muela y tras probar la oposición bordeamos el cuello para enfrentarnos a la parte más complicada.



El cuello del pájaro es el final de las vías de escalada y la cresta es de piedra pelada con inclinación y numerosas setas grandes al principio y cada vez más pequeñas en la cima.

A Gonzalo la altura y el patio le impone (hay más de 120m de caida casi por cualquier lado) y Juanqui sube a la reunión y tira cuerda para asegurar.



Se levanta un aire fuertecillo que dificulta la comunicación verbal con lo cual se crea un poco de expectación sobre el color de la cuerda a tirar y el momento cómico de la ruta pero sin incidencias.
A partir de aquí nos queda la trepada final. Hace años había una cadena entre 2 parabolts y las setas estaban mucho menos gastadas y se podía subir sin problema pero ahora han quitado la cadena y los anclajes y las setas están más lisitas así que nos ponemos los pies de gato y aseguro a Juanqui, que se quita la mochila y abre la vía hasta la reunión del pico.




Subimos la mochila y ya de segundo subo con la mia a cuestas. Es una subida de adherencia con pequeños resaltes donde la complicación está en la exposición y en los 2 primeros pasos (que está muy lisito). El peso de la mochila cargada con la cuerda gorda me desequilibra el primer paso pero ya bien compensado subo sin problema y me sigue Gonzalo cerrando grupo.







Montamos el rapel en las 2 argollas del pico y ale! a disfrutar de una bonita bajada de unos 20m hasta el suelo donde comentamos la jugada, comemos y para abajo!





El destrepe lo hacemos por la cara sureste que ya nos conocemos bien y sin incidentes llegamos en un momento a la autopista de la pedriza.







El calor aprieta y Gonzalo se conoce una charca chula así que ni cortos ni perezosos nos damos un bañito y llegamos frescos y relajados a Cantocochino a tiempo para beber algo y volver a casa que hay que currar.





Mañana completa e intensa con un poco de todo. Así da gusto hacer una skalakeitor.

Menuda nochecita. La tormeta trajo un aire endemoniado que puso a prueba los tensores de las tiendas pero como fuimos precavidos al montarla ni se notaba en el interior.
Toda la noche de vendaval y un par de horas lloviendo parece que nos van a aguar el fin de puente pero va calmándose y nos deja desayunar tranquilos.
Recogemos la tienda con el viento más flojo y justo con todo metido en el coche cae una tormentilla de 10min para refrescar.

La nube parece puntual y sobre Alquezar no se ve así que subimos al pueblo que vamos a probar unas vias de escalada.



El día parece nublado e inestable pero con tendencia a abrir y tras preguntar en el albergue cómo se va a las vías dejamos el refugio escuela por la izquierda y pillamos un senderito que nos lleva al muro de enfrente de Alquezar, donde se encuentran las vías asequibles.

Según nos acercamos descubrimos chapas y reuniones y nos engañamos por nuestro ojo.
La primera que vemos tiene una entrada un poco sucia por la vegetación pero muy asequible para calentar y la subimos los 3 sin problemas.





Animados intentamos la de al lado, que parece que tiene un principio algo más chungo... y tanto! los 4 primeros metros están bastante lisos y carentes de agarres y consigo abrirla resoplando un rato pero Julio y Silvia no lo ven factible así que enfilamos a la siguiente, que tiene un tramo primero algo extraplomado pero con buenos agarres y luego una segunda parte muy sencilla.





Julio pasa unos momentos tensos al principio pero consigue superarse y corona. Silvia lo está haciendo genial pero demasiadas indicaciones por mi parte la saturan y no se hace con el paso.





Entre pitos y flautas ha salido un solazo de la leche que asoma por lo alto de la piedra tostándonos sin piedad, el agua se acaba y ya va siendo hora de abandonar antes de que sea un horno pero me resisto a irme y abrimos una última vía muy sencillita donde Julio se siente capacitado a abrirla mientras que Silvia resopla por el calor.





Recogemos el tinglado y para el pueblo a rehidratarnos y con todo mi pesar se acaba este estupendo puente, que nos toca volver a la cruda realidad.

Paraiso de la multiaventura, el sobrarbe y alrededores nunca defraudan aunque ya a partir de estas fechas hay que buscar destinos más altos/frescos que el sol aprieta con fuerza en Guara.

Todo el puente se organizó para hacer el barranco del Mascún, ente mitológico al alcance tan sólo de unos pocos privilegiados ya que llevamos 4 años intentándolo y siempre por x o y se nos escapa.
En primavera porque tiene demasiado agua y al poco porque ya no tiene suficiente y pierde bastante encanto además de tragarse uno demasiado tiempo andando por el barranco seco.

Este año parecía que lo conseguiríamos. Ha llovido mucho y el nivel es alto y hasta hace nada estaba incluso peligroso. Jorge fue el miércoles y aunque el nivel ya era bajillo se hacía bien.

El miércoles había 24-30 grados y a partir de entonces 38º grrr.
Demasiado calor para 3h de aproximación al solazo inclemente y sin fuentes por estar secas y demasiado calor para recorrer la parte media-baja del mascún ya seca.
Al guía el sábado por la mañana no le cuesta mucho convencernos de ir a Benasque para hacer un barranco pirenaico, con aproximación a la sombra y más agua.

Nos levantamos a las 6:30... si si, de vacaciones pero pedazo madrugón, que hemos quedado a las 7 en Alquezar pero... cago en to! se nos ha olvidado dejar el coche fuera y el camping no abre la cancela hasta las 8!!!
Llamada para ver si se soluciona y no cogen el tlf... y ahora que hacemos!
Este viaje llevamos la suerte de frente (teníamos que haber jugado lotería...) y coincide que hay un camión que va a descargar unas maderas que se supone que llegaba a las 3 de la tarde y ha llegado a las 6 de la mañana y está removiendo cielo y tierra para dejarle pasar y no perder 9h de curro. Así que un paisano somnoliento levanta para que pase el camión y escapamos raudos.



Un ratejo de coche y una carretera de curvitas superestrecha (menos mal que con la suerte que arrastramos no nos cruzamos ni a la ida ni a la vuelta con otro coche) y nos deja en Barbaruens, donde nos pertrechamos y enfilamos una senda que nos llevará al barranco.
La senda tiene muchas trazas de trialera bicicletil y mientras lo comentamos cruzamos un puente con el río y enfilamos una senda bonita y a la sombra (ya de agradecer y eso que es pronto) y en eso de 1:30 llegamos al comienzo del barranco.



El agua pinta fresquita aunque finalmente es muy agradable.
Comenzamos con un pequeño tobogán para entrar en calor y nos sumergimos en un entorno de verde exuberante que pareciera que estuviéramos en Costa Rica.



Al poco un salto nos obliga a sentir el fresquito del agua en su plenitud mientras avanzamos hacia el siguiente paso interesante. Resulta ser un tobogán y es que este barranco tiene algunos muy guapos.







Un tramito de andar por pozas y destrepes y algún salto y llegamos al primer rapel, sencillo y con caida al agua.





Y al rato llegamos al salto fuerte del día. 12m dice el guia... 9 más bien digo yo pero interesante y bonito era con ganas. Yo iba tan pendiente de tirarme el primero para sacar fotos al resto que salté sin pensar y luego ya en el aire pensaba... joe cuánto tardo en caer!! ;)



En el salto tocho alguno se lo piensa un poco pero sin grandes traumas proseguimos y le siguen una serie de pequeños saltitos.



Unos toboganes juguetones nos llevan a uno de bastante entidad.








Y otro rato de andar por el barranco desenboca en una zona preciosa donde montamos un rapel sin complicaciones.











Pillado el gustillo a los rápeles llegamos al más chulo del día, que discurre por una cascada de cierta potencia que aprovechamos a catar.







El barranco pierde fuerza y toca un rato de destrepes y pateo con poca agua pero por un entorno muy bonito e hiperverde.





Cuando ya creemos que todo se ha acabado llegamos al puente del principio y nos espera un estupendo y divertido tobogán con salto incluido donde además se puede repetir y nos ponemos las botas mientras que comemos.






Bonito y entretenido barranco bastante completo donde destacan especialmente los toboganes, que cuesta encontrar tantos y tan largos en un mismo barranco.

Tras 1:30 de coche de vuelta, donde tuve que hacer verdaderos esfuerzos para no imitar a mis acompañantes durmientes llegamos a Ainsa y nos tomamos un trago con los compis y el guia, que nos descubren un buen sitio para cenar en la casa rural de Alberuela de la Liena así que nos acoplamos y quedamos con ellos para cenar.