Iogrea

Menuda nochecita. La tormeta trajo un aire endemoniado que puso a prueba los tensores de las tiendas pero como fuimos precavidos al montarla ni se notaba en el interior.
Toda la noche de vendaval y un par de horas lloviendo parece que nos van a aguar el fin de puente pero va calmándose y nos deja desayunar tranquilos.
Recogemos la tienda con el viento más flojo y justo con todo metido en el coche cae una tormentilla de 10min para refrescar.

La nube parece puntual y sobre Alquezar no se ve así que subimos al pueblo que vamos a probar unas vias de escalada.



El día parece nublado e inestable pero con tendencia a abrir y tras preguntar en el albergue cómo se va a las vías dejamos el refugio escuela por la izquierda y pillamos un senderito que nos lleva al muro de enfrente de Alquezar, donde se encuentran las vías asequibles.

Según nos acercamos descubrimos chapas y reuniones y nos engañamos por nuestro ojo.
La primera que vemos tiene una entrada un poco sucia por la vegetación pero muy asequible para calentar y la subimos los 3 sin problemas.





Animados intentamos la de al lado, que parece que tiene un principio algo más chungo... y tanto! los 4 primeros metros están bastante lisos y carentes de agarres y consigo abrirla resoplando un rato pero Julio y Silvia no lo ven factible así que enfilamos a la siguiente, que tiene un tramo primero algo extraplomado pero con buenos agarres y luego una segunda parte muy sencilla.





Julio pasa unos momentos tensos al principio pero consigue superarse y corona. Silvia lo está haciendo genial pero demasiadas indicaciones por mi parte la saturan y no se hace con el paso.





Entre pitos y flautas ha salido un solazo de la leche que asoma por lo alto de la piedra tostándonos sin piedad, el agua se acaba y ya va siendo hora de abandonar antes de que sea un horno pero me resisto a irme y abrimos una última vía muy sencillita donde Julio se siente capacitado a abrirla mientras que Silvia resopla por el calor.





Recogemos el tinglado y para el pueblo a rehidratarnos y con todo mi pesar se acaba este estupendo puente, que nos toca volver a la cruda realidad.

Paraiso de la multiaventura, el sobrarbe y alrededores nunca defraudan aunque ya a partir de estas fechas hay que buscar destinos más altos/frescos que el sol aprieta con fuerza en Guara.