Iogrea

Parece que la bici la tengo abandonada con tanta escalada pero más o menos sigo saliendo al menos una vez a la semana, no me mola repetir fotos de ruta así que este finde ha tocado algo diferente a lo habitual, digno de reseñarse.

Quedamos en Rascafría, demasiado lejos para mi gusto y causa de ir poco por esa preciosa zona.
Recojo a Juan para no dormirme por el camino e ir hablando con alguien y al llegar al punto de encuentro hay MONTONES de biker!!!
Se ha juntado en el mismo sitio la kdd de enduro centro y de mammuth.
Saludos y reencuentros, comparativas de bicis, bronca a Moniato por llegar tarde y saltarse sus normas... y casi a las 9:30 salimos 27 bikers! hacia el carro del Diablo.



Somos muchos pero la verdad que va todo muy fluído y voy poniéndome al día charlando con varios y se me pasa enseguida la subida al carro del Diablo.



Fotitos de rigor, protecciones y toca una bajada trepidante sin grandes complicaciones técnicas pero no te puedes despistar ni un momento porque hay piedras sorpresa y somos muchos y no se ve más que la rueda delantera.



Sin incidentes llegamos a la mitad de la bajada y toca distinguir el camino entre la vegetación, que pugna por merendárselo.



Un primer grupo bajamos hasta casi el monasterio del Paular y pasa Muuuucho tiempo hasta que llega el segundo porque han pinchado y no sé qué está haciendo para arreglarlo.
Se nos hace ameno divagando sobre gps y sus programas en sus diversos formatos.

Reagrupamos en el monasterio y Javi Rivas acaba en la fuente tomando un baño ;)



Tras un pequeño despiste de moniato en la lectura del track enfilamos la subida hasta el puente de las angosturas aunque dado el número de gente y una rotura de grupo lo hacemos por carretera en vez de por unos senderos que se puede.



Reagrupamos todos en el puente y protecciones de nuevo que toca bajar. Es una vereda sin complicaciones pero el entorno es precioso y desata la adrenalina con hamilton y pases a doquier hasta pasar el embalse y llegar a una puerta con un pequeño escalón donde matamos el rato saltando mientras que alguien arregla otro pinchazo.



Intentamos un motín para bañarnos en la poza que Julián sabiamente corta de raíz y enfilamos hacia el purgatorio. Toca una subidita que se hace corta y luego un sendero técnico y complicado donde nos picamos lo que podemos para no poner pie hasta que se vuelve intransitable y toca patear.

Por fin estamos en el purgatorio y, aunque hay bastante gente está precioso y aprovechamos para desfasar dándonos un merecido baño con saltitos y spa.







Julián calcula mal y en el salto cae antes de la espuma cortándose el pie al caer. Resultado... mucha sangre, venda y apaño y luego 3 puntos en las urgencias de rascafría. (Espero que no haya sido luego más! )



Nos secamos y volvemos a vestir y toca una bajada rápida por un camino ancho aunque con alguna piedra perdida y tras rodar por pista que parece que nos perseguía el diablo llegamos de nuevo a los coches.

Opcional en un bar a la salida del pueblo con mesitas en el cesped apetecible aunque el camarero rompe todo el ambiente y lo exiguo de las raciones le quita un poco de chispa al tema.

Aunque pilla lejos y llegué a las tantas a mi casa la zona siempre me deja buen sabor de boca. No hay bajadas heavys pero son disfrutonas y ruedas casi todo el rato a la sombra y fresquito. Algo complicado en verano.
La ruta un poco corta y con tanta parada estuvimos más tiempo parados que en marcha pero me alegró ver a gente que hacía bastante que no coincidía y ponerme al día.