Iogrea

No todo va a ser apretar el culo y dejarse las manos en las fisuras así que Juanqui, que tiene como proyecto acabar las vías del libro de Daniel Alcojor me propone subir al Yelmo y hacer la Valkiria y la Calavera.

La Valkiria se la ve muy apropiada para llevar a Silvia en su debut clásico así que se lo propongo y... bingo! para allá que vamos!
La condición es que no quiere sufrir así que tiene que ir de segunda de cordada para no tener que preocuparse de recuperar material ni nada y disfrutar de la escalada.

Llegamos a Cantocochino a las 9:15 y está el aparcamiento de bote en bote. Saludo a Uge y algunos más que estaban por allí y me comenta que hay un concierto de música clásica esta noche y por eso hay tanta gente. Dan lluvia por la tarde así que ellos se quedarán en las cercanías.


De momento luce un solazo expléndido así que comenzamos la fatigosa subida y en cosa de 1h estamos a los pies de la vía.




Largo 1: V+ 50m
La vía comienza encima de unos arbolitos donde dejaremos sujeto a Frodo a la sombrita, alrededor hay parabolts por todos lados pero por lo que pone la reseña, el primer largo tiene la chapa altita y se llega por el espolón del gendarme adosado en la cara suroeste del Yelmo. Es sencillo llegar hasta ese primer parabolt pero hay más de 10m al suelo...


Juanqui llega sin problemas al parabolt y pasa sus momentos de tensión hasta que se avitúa al cambio de roca. Un resbalón le quita las tensiones y sube sin problemas hasta la reunión.

El libro dice que son 40m y la línea comienza desde los primeros árboles... pues ni de coña. Las cuerdas de Juanqui son de 55m y quedan unos 5 empezando a asegurar en el último largo. De hecho yo quería haber subido el Gendarme por el centro desde abajo y resulta totalmente imposible con esta longuitud de cuerda. A lo mejor con las mías de 60 apurando... pero me da que ni con esas.


Silvia anda un poco nerviosilla y en el primer tramo le pasa como a Juanqui, lleva un poco de tensión. Aprovechando las facilidades de la cesta dejo un espacio y vamos subiendo simultáneamente de manera que puedo ir retratando la subida.


Es sencilla pero si que tiene sus alejes y salvo que vayas muy suelto de coco es recomendable meter un friend en la pequeña bavaresa antes de afrontar el tramo final a la reunión, formada por 2 parabolt con argolla y en una repisa bastante cómoda.



Tras las fotos de rigor cambiamos papeles y me toca a mi darme el siguiente largo.




Largo 2: V 45m.
En la guía dice que podemos ir a buscar el diedro en horizontal si nos atrevemos o mejor en diagonal ascendente. Seguramente los habituales tiren en horizontal pero son más de 15m sin nada y yo no comparto la tontería de jugarse un pendulazo de la leche así porque si.
Tiro en diagonal ascendente hacia la primera chapa que se ve, que está bastante alejada de la reunión como se puede observar en la foto.


Hay que reconocer que es una subida sencilla y tiene agarres pero... ya podía estar al menos la primera más cerquita y evitar una leche contra la repisa y rodar hacia abajo...
Según voy subiendo voy soltando tensión y cuando llego a la siguiente chapa, que está más lejos aún que la primera ya voy pillando confianza. Unos pasitos y me encuentro en un precioso diedro donde disfruto como un enano! ains!!! a mi darme diedros o ponerme las chapas más juntas jaja.


El diedro se asegura bien con friends pequeños o fisureros aunque es muy sencillo, relajado y disfrutón. Eso sí, como hemos ido en diagonal a izquierdas hasta el diedro y este hace un arco a derechas, tener cuidado con la longuitud de las cintas u os rozará cosa mala al final.

Lo que son las cosas, podría haberlo dado sin ningún seguro y eso que habría mucha más distancia que entre las chapas anteriores pero eso de poder meter la mano en la fisurilla.... menos mal que me acuerdo y meto los indispensables para que no pendulé mucho en caso de que un segundo caiga. Un buen seguro al final es importante para salvar los fáciles últimos metros de adherencia a la reunión.


No sé cómo responderá Silvia al estar colgada a esta altura y qué tal se le dará el diedro pero mis preocupaciones son vanas. Entre lo bien que se le da la adherencia y que se le había pasado la tensión inicial casi no doy a basto a recoger cuerda ya que sube a una velocidad endiablada.


Al llegar al diedro, lo mira... y pasa de él jaja. Sigue por la pared como si tal cosa y la tengo a mi lado en un periquete y es que en general a las chicas se les da la adherencia tan fácil!!

Juanqui no tarda nada y toca el último largo.



Largo 3: III 30m
Bienvenidos al Yelmo señores... donde los alejes en las zonas fáciles... El libro marca que desde aquí es una trepada a la cumbre y, efectivamente, es muy sencillo y se puede ir prácticamente andando pero claro... hay una caida de casi 100m y la verdad que un par de seguros no estarían mal aunque sea sólo por evitar una caída tonta que cualquiera puede tener por cualquier causa.



Juanqui prefiere dar un pequeño rodeo y sube andando por el canalizo en diagonal a derechas donde lacea una seta y ya sube hasta el final y monta reunión laceando una piedra grande. Tanto de frente como por el rodeo se puede subir ergidos si tu coco te deja pero bueno, un segurillo aunque sea psicológico no vendría mal.




Largo 4: II 60m
La vía acaba aquí y lo normal es descender por la Valentina andando y destrepando con cuidado algún paso en dirección siempre Oeste pero Silvia nunca había subido al Yelmo y esto no tiene perdón así que optamos por subir al vértice para poder hacer las retrataduras de rigor.


Desde aquí al vértice es andar por una placa tumbada sin mayor complicación. Al principio no lo ve muy claro así que Juanqui sube con las cuerdas pero a los 5m Silvia comienza a recoger su propia cuerda según avanza andando por el tumbarral que lleva a la cumbre.


He subido ya unas cuanta veces pero no dejan de sorprenderme las curiosas formas que adoptan las piedras en su cumbre.


Como toda una campeona, se ha coronado el Yelmo y nada de ir por la chimenea de la cara norte naaa, diréctamente ya por una vía! si señora!

En el tramito final Juanqui aprovecha a hacerse unas fotitos con la tormenta que nos persigue de fondo.


Última trepadita y aquí estamos en la cumbre!!


Fotitos de rigor en la cumbre mientras un cielo negro de tormenta nos va rodeando. A los pobres ciclistas que están disputando la subida a bola les debe estar cayendo...


Las vías no acaban hasta que se llega de nuevo al suelo y el Yelmo no es una excepción así que toca bajar por la chimenea con sus pasitos estrechitos.



Y luego una serie de bloques siempre hacia el este nos dejan en los caminos que bajan a la pradera.



LLegamos a las mochilas donde nos saluda Frodo y cuando empezamos a comer comienza a llover, parece que no es gran cosa y los árboles nos tapan así que zampamos sin problema y barajamos las opciones.

Parece que la Calavera va a estar complicada con este tiempo así que optamos por bajarnos al coche y tomar algo en Cantocochino.
Es salir de los árboles y ponernos a andar por la pradera y nos cae un jarrazo de agua de los que no están escritos.
Diluvio de goterones que nos calan completamente.
Tengo el gore en la mochila pero la verdad que con el calorazo que hemos pasado en la vía se agradece mojarse y, al cabo de unos 15min escampa y sale el sol.

Al llegar a la gran cañada todo está seco de nuevo, nosotros incluidos pero volver no tiene mucho sentido así que nos da tiempo a achicharrarnos de nuevo antes de llegar a Cantocochino justo a tiempo para ver los últimos minutos de la etapa y el emocionante final de la llegada a bola.

Pequeño refrigerio y a casita que es hora de descansar las patas y es que la verdad que el Yelmo está bonito y tiene sus cosas pero tiene una aproximación la mar de pestosas.

Seguramente los pedriceros lo consideren un sacrilegio pero a mi personalmente no me llama nada la atención la escalada en el Yelmo y la prueba está en que vamos una vez al año poco más.
Subida pesada al solazo inclemente y bajada destroza rodillas para una escalada que no me motiva. Demasiada placa, demasiados alejes. Eso si, un granito excelente y te templa mucho para otros tipos de escalada.
Como sitio al que llegar andando tiene mucho encanto y las vistas desde arriba son preciosas pero para escalar la pedriza esconde muchos y mejores rincones.

Fijo que volveré... pero siempre que llego a Cantocochino después de haber escalado en el Yelmo me sale una afirmación parecida a... si te digo de ir al Yelmo dentro de poco... recuérdame esto!

Silvia ha llegado cansada y a su rodilla no le ha hecho mucha ilu la bajada a Cantoco pero se confirma sus aptitudes para todas estas cosas! Qué grande!!