Iogrea

20 de Julio:
Hemos tenido una noche movidita. Truenos y relámpagos se sucedían sin cesar y consiguieron dejar al camping sin luz un buen rato. Silvia creía que se iba a librar pero por la mañana estaba todo totalmente seco y el cielo despejado así que aprovechamos para hacer algo diferente, una vía ferrata.

La vía Ferrata elegida ya la había hecho yo con Juanqui al poquísimo de su creación cuando volvíamos del Posets y nos dijo Jorge que había una en la Foradada.
Salimos de Ainsa en dirección Campo y a eso de unos 11km, nada más pasar un restaurante de carretera hay una escultura curiosa con unas lanzas. Justo nada más pasarla a la izquierda tenemos la pista que nos lleva a la Ferrata. Salvo que tengamos un coche con 4x4 o no valoremos nuestros neumáticos lo mejor es dejar el coche ahí y subir andando.
Son unos 20min por la pista y nos deja en el cartel de salida de la Ferrata.


En verano a partir de las 10:30-11 pega el sol prácticamente en toda la ferrata por lo que es recomendable madrugar un poquito o sufrir. Nosotros, como domingueros experimentados de vacaciones que somos empezamos a las 11 así que sufrimos la inclemente acción de los rayos solares.

Al comienzo de la vía tenemos un cartel con el esquema y las recomendaciones. Básicamente hay 3 tramos, un primer tramo vertical que asciende a un par de puros, otro horizontal que bordea la montaña y pasa un puente y un tercer tramo más soso y tumbado que asciende a lo alto de la montaña.


Silvia no las tiene todas consigo y es que le ha ido pillando miedo con el tiempo a las actividadess pero ahí estamos así que habrá que intentarlo no?

La vía está muy asegurada con grapas aunque parece que muchos pasos te pillan a contra pie o a contra mano. Poco a poco vamos progresando y ascendiendo y cada vez se va encontrando más suelta.


Tras una primera trepada horizontal toca una pequeña travesía para cambiarnos de puro y ascendemos de nuevo por una pared aún mojada de la noche anterior al no darle el sol.


Subimos y subimos hasta que finalmente estamos en lo alto del puro disfrutando de unas preciosas vistas aunque con un solazo sobre nuestras cabezas que se hubieran agradecido unas cuantas nubes.




Destrepando un poco llega la travesía horizontal del segundo tramo que nos deja en el puente colgante.



La entrada al puente es lo peor ya que los seguros están colocados un poco extrañamente y falta el primer peldaño, más emoción jeje!!



Ya al otro lado nos queda aún el tercer tramo pero son las 2 y hace mucho calor. No aporta a la ferrata más que metros de aburrida subida tendida así que optamos por volver al coche acortando un poco por el bosque hasta llegar a la pedrera de bajada.


La pedrera resulta lo peor de la vía. El sendero de zetas está totalmente desdibujado y terminas jugándote un tobillo según bajas pero bueno, de nuevo nos deja a pie de vía y andamos hacia el aire acondicionado del coche porque el calor en las horas centrales resulta insoportable.

La tarde resulta mucho más agradable al volver a meterse las nubes y nos cae un chaparrón que refresca el ambiente y que invita a holgazanear en la tienda colocando las fotos y viendo pasar el tiempo.

Mañana más!...