Iogrea

Hoy toca Tour arquitectónico así que tras desayunar sacamos provecho a nuestro pase Ventra y cogemos la línea roja hasta la estación de Garfield. Hay una buena tirada así que nos ponemos cómodos y es que es lo que tienen las ciudades Americanas importantes... que ocupan mucha extensión.

El tren te deja casi en medio de ninguna parte y aún queda bastante hasta la zona así que cogemos el bus 55 que nos deja en las cercanías de la universidad de Chicago.
Destino... la casa Robie, obra maestra de la serie de las casas de la cascada de Frank Lloyd Wright.



Realizadas las fotos de rigor aprovechamos para atravesar el campus universitario así como el edificio de medicina y el hospital universitario donde se han rodado series tan conocidas como Urgencias.



Desde el hospital nuestro siguiente destino es el IIT de Chicago, en el campus tecnológico se encuentra el pabellón de arquitectura de Mies Van der Rhoe, crown hall nuestro próximo destino.
El conductor va a toda leche y cuando nos damos cuenta se ha pasado la parada así que nos toca andar un par de cuadras bajo un sol abrasador atravesando el campus hasta dar con el edificio. Al más puro estilo Mies... menos es más.



Aprovechando cotilleamos la biblioteca, donde encontramos curiosidades como que hay una zona con puf gigantes para descansar, microondas en salas para poder comer... se potencia el poder tener tiempo para cada cosa sin tener que abandonarla. Interesante.


De camino a la estación de tren de la línea verde nos encontramos con un curioso edificio que no conocía, el McCormick Tribune Campus Center de Koolhaas. Atraidos por su diseño y buscando un sitio donde comer terminamos disfrutando de su arquitectura en un acojedor espacio cafetería, ocio para los estudiantes donde pasamos un rato muy agradable.




Con la tripa llena y refrigerados del caluroso día que ha salido nos montamos en la línea verde de tren. Próximo destino... Oak park, casi al final de la línea. En este barrio se encuentra la casa estudio de Wright así como una gran muestra de casas de la pradera que hay repartidas por las calles del barrio.



Además de las casas de Wright la zona se nota que es de cierto caché y hay parcelas muy cuidadas con la típica construcción americana de las películas de porche con columpio y banderita ;)



Vamos bien de tiempo así que pillamos el tour por dentro del estudio con pase de fotografía (sin él no te dejan tirar fotos y te paran menos en cada estancia). Como suele pasar en estos casos, ver in situ los diferentes detalles y comprender las conexiones espaciales es algo que por mucha foto que se vea...







Saciada mi curiosidad por el momento nos volvemos de nuevo en la verde al loop y aprovechando que tenemos un día de alta visibilidad refotografío los edificios anodinos de ayer que con la luz de hoy parecen otros.




Mies tiene numerosas obras en la ciudad aunque no tiene obras maestras, una por la que se pasa a menudo son las torres circulares con toda la base de aparcamiento.


Recorremos Michigan street andando de sur a Norte orientando nuestros pasos al Hancock, uno de los edificios más altos de Chicago y desde el que se tienen las mejores vistas para mi gusto.
Como edificio turístico que es tiene su planta especial para turistas de pago y sale una pasta subir pero cotilleando en los foros hemos leído que si entras por el otro lado se puede subir a una cafetería que hay un par de pisos más abajo y sale gratis. Y si eso... te tomas una cocacola y disfrutas de las vistas sin turistas y encima aún ahorras así que lógicamente nos decantamos por la segunda opción y no defrauda.


Si tienes reserva para cenar te paran en el piso 94 y si vas a la cafetería en el 96. Las vistas son dignas y por la orientación merecen la pena. Es un poco como el empire state y el rockefeller de NY.
Una cosa que no habíamos leído... las MEJORES vistas están desde el servicio de las chicas, que tiene una cristalera enorme con visión perfecta de la panorámica de Chicago.


Si eres chico... toca joderse porque ni siquiera tienen ventana!! Teníais que haber visto mi cara al ver que Silvia tardaba en salir y yo esperando como un tonto hasta que sale y me enseña las fotos grrr.


Al no ser turista está mal visto tirar fotos ya que para eso está la planta especial pero no pasa nada por tirar alguna y nos sentamos en una mesita a descansar un rato mientras nos tomábamos algo. A 5.5e la cocacola... pero aún así sale más de la mitad más barato que pagar la entrada para la planta superior y no es obligatorio consumir nada.


En la base del Hancock está un restaurante que recomiendan bastante, el Cheesecase. Es enorme y nos toca esperar unos 20 minutos hasta que nos sientan pero merece la pena. La comida rica, los platos enormes y el precio decente.
Casi a punto de explotar conseguimos zamparnos el postre y salimos casi rodando del restaurante ;)



Habíamos entrado con el atardecer y despejado pero salimos denoche y con una niebla que no deja ver de la mitad para arriba del edificio.
Andamos un poco hasta pillar en la calle Chicago la estación de la líne roja aprovechando para bajar la comida y terminamos la jornada con un merecido descanso en el hotel que con la tontería hoy han caído unos cuantos km.