Iogrea

21-02-2016 Braña vieja - Pico Cordela - la Tabla

Como el calor de ayer hizo estragos optamos por un paseito y sacar una buena pala a penar con mala nieve y elegimos la Tabla.

Salimos del refugio albergue y la primera subida es parecida al día anterior salvo que la parte superior está bastante más pelada ya que además del solazo sopla viento.


Hoy se nos ha añadido un nuevo integrante al grupo. Un labrador chocolate gordete que estaba en el refugio se ha subido con nosotros hasta arriba. La verdad que nunca entenderé a los dueños que dejan a sus perros sueltos tan libremente. En fin.


La pala de bajada hacia el río Guares promete y la pillamos cremita cremita. Una primavera rica rica que nos hace disfrutar durante bastantes giros.




El perro aquí va sufriendo porque se hunde y le sacamos distancia pero en un reagrupamiento nos casi pilla.
Unos cuantos votamos por repetir pero a Ramón le encanta apurar hasta que no quede nieve así que vamos sorteando matojos y proseguimos bajando y bajando hasta el propio río. Viva el ski matojo!!!!



Hace un calor de la leche y aprovechamos para hidratarnos, comer algo y ver cómo pasar el río.
Ramón opta por tirar los skies al otro lado y saltar... uf, por poco no se cuela al río jaja.
Toni, Fernando y Guille prefieren tantear un poco más abajo y pasar haciendo equilibrios apoyados en los bastones.


En estas llega el perro con muy mala cara. Está reventado y echa todo el bofe en un arbusto.
No tiene nada de fuerzas, nos quiere seguir pero no sabe ni cómo ni por donde.
Cagándome en el dueño descuidado le agarro del pescuezo y le meto al río. Al mío le encanta y le revive y con este parece funcionar.
Tras flotar en una pocilla un poco parece que se va animando pero me toca subirle a pulso al otro lado porque no tiene fuerzas para remontar el montículo de nieve. Y claro, entre tanta tontería con las botas en el río pues terminan haciendo aguas y voy con los pies calados, menos mal que hace mucho calor y vamos para el coche.


Le dejamos tumbado recuperándose mientras nosotros descansamos y luego nos dedicamos a hacerle una huella lo más dura posible puesto que con la nieve primavera andar le cuesta un triunfo.

Comienza a seguirnos pero va muy despacio y se para cada poco. Estamos ya muy cerca del refugio y si, como creemos, es de ahí sabe volver perfectamente y con el calor que hace frío no va a pasar así que finalmente optamos porque suba a su ritmo porque arrastrarle es inviable con la nieve tan blanda.

Bajadita corta y volvemos al punto de partida, paseito para quitar el mono más que otra cosa pero bueno, así podemos comer tranquilamente, recoger y llegar pronto a Madrid para recuperar bonos porque parece que entran frentes sin parar y habrá que sacar nuevas salidas... no?