Iogrea

Gonzalo y Eugenia se van a primera hora así que me despedí de ellos ayer, Juanqui y Rosi se van a mediodía pero Juanqui no puede venirse porque tienen que recoger así que cuando aún no ha amanecido cojo el coche que había dejado ya preparado en la puerta del camping y salgo a la aventura.
Destino, Peña Cabarga, donde parece que hay alguna trialera por lo que he podido averiguar y pico más alto de los alrededores que destaca sobre el resto así que a falta de más tiempo... es la mejor opción.
He juntado varios tracks en uno factible al tiempo que tengo y con fresquete y niebla aparco el coche al otro lado de la autopista en Casas de Laso para comenzar la ruta.

Ruta por Peña Cabarga
Justo con las primeras luces empiezo subiendo por un rampón de aupa que me sirve para calentar y llego a la Cotera, conjunto de casas con una bonita iglesia que me deja en el cruce de la carretera que me subirá a Peña Cabarga. A estas horas no hay ni el tato y disfruto de un precioso mar de nubes tras sobrepasar la zona de niebla.



Las rampas se suceden con unos desniveles nada despreciables y ante mi total ignorancia voy viendo cómo debe ser una subida de vuelta ciclista ya que está el suelo pintado y tiene muy buena pinta como final de etapa. (Inculto de mi, al día siguiente es final de etapa en la vuelta a España jaja. Ains si es que cuando voy de vacaciones desconecto de todo!!!)


Había mirado para subir evitando la carretera pero no está nada claro y no andaba sobrado de tiempo. Desde aquí las vistas son espectaculares y parece que salen senderitos. Me tiro hacia la zona del rodadero y el sendero no está mal aunque no llega a ser algo reseñable.


Voy bien de tiempo así que hago un bucle de una bajada empinada y técnica que me remonta por pista rota y comienzo a volver hacia el coche.
La parte sur de Peña Cabarga promete mejores senderos pero me tengo que dirigir hacia el coche aunque con una pequeña investigación de sendero que me sale rana.



Llego sin problema y tengo una sensación ambigua. Bonita por el mar de nubes y la aventurilla aunque en cierto modo fallida porque no me ha terminado de completar la ruta. Buscaba algo más cañero y se ha quedado en xc ;)

Llego a tiempo de despedirme de Juanqui y Rosi que están terminando de recoger y meter las cosas en el coche.



Track de la ruta



Santander
Duchita y nos vamos a Santander a comer y pasar el día.

Madre mía qué de gente hay!!! Nos cuesta un puñado dejar el coche y al final lo dejamos cerca del Palacio de Festivales de Cantabria.
Desde aquí tenemos un buen paseo hasta el Palacio de la Magdalena y aprovechamos a hacerlo por la playa.

El tiempo está gris y no acompaña demasiado pero no llueve y hay buena temperatura así que aprovechamos para comer en la explanada de antes del palacio aunque nadie nos avisa que no se puede pagar con tarjeta y me toca darme un pirulo de la leche hasta que consigo sacar dinero grrr.


Un poco cansados de tanta aglomeración de gente nos vamos recorriendo la costa a ver el faro y aprovechamos para ver la verdadera playa de Somocuevas aunque hoy el tiempo no invita para nada a tomarse un baño.

Con la tontería y el paseo más mi escapada mañanera hay cansancio acumulado así que tranquilamente nos vamos al bungalow y cenamos que mañana se acaba y toca volver.




Vuelta por los valles pasiegos.

Tras recoger y conseguir rehacer el puzzle en el coche partimos de vuelta a casa pero no tenemos prisa así que en lugar de coger la nacional recorremos los valles pasiegos.
Entramos por Liérganes donde coincide que está el mercado y compramos queso y pasiegos de los buenos.


Vueltecita por el pueblo y su puente medieval y vamos por la Pedrosa hasta Vega de Pas.
Nos hemos metido varios puertos en poco más de 30km pero me lo he pasado genial y es que esto es un paraiso para rutas de bici de carretera con infinidad de posibilidades y una forma de disfrutar conduciendo si te gustan las carreteras estrechitas con puertecitos de vistas increibles.

En Vega de Pas nos damos un pequeño homenaje final con un pedazo chuletonaco a la piedra y tras entrar a Burgos por el puerto del escudo cogemos ya la autovía para terminar llegando por la tarde a Madrid.



Ha sido una escapada bastante improvisada pero muy bien aprovechada y es que el norte nunca defrauda. Me encanta la combinación de mar y montaña con la ventaja de dormir fresquete por la noche.