Iogrea

06-12-16 

La venta para las entradas a la Alhambra es toda una mafia que si no estás atento te la clavan.
Cuando intentamos comprarlas al llegar a Granada en la web ponía que no había y en la oficina de información nos dicen que agotadas hasta no se cuántos días.
Sin embargo en el hotel nos las venden sin problema pero más caras y en los tour guiados te llevan sin problema. Menudo negocio!!
Como pasa con las entradas de los conciertos, las compran todas los operadores y viva la reventa!!!
Pero no estamos dispuestos a pagar de más y rebuscando existe una opción muy curiosa. Si te compras la granada card te cuesta los mismo que la entrada normal y te entra el transporte público! Lo único que la tarjeta como pronto te la activan para el día siguiente así que con esta información que sacamos de internet nos vamos a turismo y nos sacamos la tarjeta ayer para hoy y asunto arreglado y encima tenemos los autobuses incluidos!


Como hay una cuestecita que con el carro seguro que es pesada nos montamos en el autobús y nos deja en la puerta de entrada que da al paseo del Generalife.
Ambos habíamos estado ya hace muchos años pero la verdad que es un sitio con un encanto que permite volver una y otra vez.
Vamos recorriendo los jardines disfrutando del agua corriendo



y nos adentramos en el palacio y su impresionante decoración árabe.


Nos llevamos una decepción al ver que están en obras en el patio de los leones y que además ni te dejan acercarte! pues si que hace tiempo que no veníamos!




Entre que no hemos hecho lo más mínimo por madrugar y que con la peque vamos despacito nos da la hora de comer así que aprovechamos mientras que sale la siguiente visita al palacio de Carlos V para comernos un bocata y con las primeras luces del atardecer entramos al palacio.




En la Alcazaba ya tenemos unos preciosos naranjas y dorados que destacan los colores de la mampostería y cuando salimos hemos disfrutado de una estupenda puesta de sol.





Como es cuesta abajo preferimos no esperar al autobús y bajamos hasta el río para terminar perdiéndonos por el barrio árabe donde nos tomamos unos ricos dulces en la tetería mientras decidimos dónde cenaremos y es que los sitios están hasta arriba y buscar sitio sentado y que quepa el carro no es tan sencillo como parece en las tasquillas.




Mañana toca a su fin la escapada así que habrá que improvisar no.... ?