Iogrea

No todo es esquiar y gastar dinero así que para despedirnos de estas vacaciones blancas nos vamos a darle un poco a las raquetas.
Dejamos Formigal y proseguimos en dirección Francia hasta pasar Portalet y nada más pasar la frontera y comenzar a bajar el puerto aparcamos en un pequeño parking. Está lleno de gente y tenemos que dejar el coche en la cuneta.
Es también el punto habitual de salida para subir al Midi D`Ossau y se ve a bastante gente con esquí de travesía en esa dirección.

Nuestras aspiraciones son mucho más modestas, que hay que volver luego a Madrid, así que nos calzamos las Raquetas en un día soleado perfecto y seguimos las huellas de un grupo grande de gente que ha salido hace un rato en nuestra misma dirección.



Pasamos el centre pastoral y se acaba el llaneo y comienza a subir sin prisa pero sin pausa con un paisaje espectacular.

Nuestra referencia es el Pico de la Glere, que se alza al fondo y al que iremos llegando bordeándolo por el norte.



Las distancias parecen lejanas y vemos pequeños puntitos moverse a lo lejos. La idea era llegar a donde nos diera tiempo pero lo que parece muy lejos, al rato cuando miras atrás te das cuenta de que estás llegando y tu punto anterior se encuentra lejano así que vamos fijando pequeñas metas y en un ratejo de pendiente cada vez más pronunciada bordeamos el Pico de Glere y ya vemos al fondo el Pico del Canal Roya.

La pendiente aquí es más acusada y hay que ir bordeando las pequeñas lomas o apretando bien el pie para que no escurra la raqueta en la nieve dura pero sin problemas llegamos al collado tras pasar por los pies de un alud. Y es que hasta hace 2 días el riesgo de aludes era de 4/5 pero con el sol y el frío nocturno la nieve se ha asentado muy bien en este finde.



Silvia duda de subir al pico... pero quilla! si ya estamos aqui!! así que un poco más y ale, coronamos y contemplamos una vista espectacular desde la que se contempla toda la zona de Astún al oeste, el midi al norte y al sureste toda la zona de Formigal.



Visibilidad ilimitada en este día claro y caluroso (hemos subido con una térmica...) y sensación indiscutible de libertad e inmensidad desde la cornisa que conforma la cima.





La lástima es que ahora toca volver, se acaban las vacaciones, se acaba la montaña de pirineos y el blanquito y toca volver a Madrid y esperar a ver si nieva porque lo hemos dejado más pelado con las últimas lluvias...



Envidia... si si, nada de sana porque la envidia nunca es sana digan lo que digan. Eso es lo que siento al ver a toda la gente que va con sus esquies de travesía. Tengo clarísimo que es lo que me gustaría ya que es el enduro de la nieve pero habrá que esperar a tiempos mejores para hacerse con el material y de momento me tengo que aguantar y desandar los 5km que nos separan del coche en vez de disfrutarlos en una buena bajada esquiando grrrr.



Me plantee subirme los snowblade y las botas pero Silvia no podía así que otra vez será.

La bajada la hacemos mucho más rápido que la ida y eso que es más incómodo bajar que subir con las raquetas.

Con mucho pesar tiramos las últimas fotos y nos despedimos de los Pirineos... hasta el año que viene que seguro que volveremos!!