Iogrea

5-7-2015

Nos despertamos prontito para pillar poca gente y nos ponemos las botas en el amplio buffet del hotel.
Destacar los panes, en Noruega hay buen pan.
Aprovechamos para hacernos un bocatitas que hoy no habrá mucho sitio para comer y de paso algo ahorraremos...
Vamos andando al muelle y cogemos el ferry a Tau. Si lo coges antes de las 8 es más industrial pero más barato también.

Aunque en Noruega hay luz casi todo el día al ser pronto vemos amanecer desde el ferry. Aquí siempre hace fresquete y con el aire que corre en cubierta terminamos con el plumas y el goretex bien caladitos. Como buenos turistas no nos metemos dentro jeje



En Tau nada más bajar hay un par de líneas de autobuses que te llevan hasta el Preikestolen, una de línea regular y otra más turística pero valen lo mismo.
Todo el mundo cogía la turística pero al final llegó unos minutos antes la de línea regular.
El autobús va por carretera hasta Jorpeland donde pilla desvío al parking por una carreterita de montaña.
En la zona de estacionamiento hay unos servicios públicos, wifi y un albergue muy mono. Dejar el coche cuesta unas 150 coronas creo.


Desde aquí ya toca echar andar por una pista inclinada que poco a poco va estrechándose hasta convertirse en una bonita senda por el bosque.


El camino son 4km con un desnivel de unos 400m de los cuales la mayoría los salvaremos en el primer tramo.


Es bonito porque hasta que no llegas casi al tercer km no ves nada del fiordo y de pronto te sorprende.


Es aconsejable un día con visibilidad para poder disfrutarlo aunque se puede subir con mal tiempo.


Nosotros tuvimos mucha suerte y tuvimos un día despejado de solazo.


Como llegamos más o menos pronto había poca gente pero al irnos prácticamente había que hacer cola para sacar fotos en los sitios más típicos.


Aunque lo normal es llegar al púlpito para hacerse la foto, desde donde mejor se observa el Preikenstolen es desde un poco más arriba y desde los laterales.



Desde los laterales se aprecia perfectamente el tremendo voladizo de casi 600m de desnivel sobre el fiordo.


Hay que reconocer que el paseo merece la pena, las vistas son impresionantes.



Saciados de disfrutar el momento y con la memoria llena de fotos muy similares empezamos el descenso. Los 4km de vuelta se hacen más pesados ya que para nuestras rodillas bajar les da mucho más castigo pero todo llega y finalmente estamos descansando mientras esperamos al autobús que nos llevará de vuelta a Tau, al ferry y a Stavanger.




Son poco más de las 4 cuando hemos llegado así que aprovechamos para dar otra vuelta por el pueblo e ir a visitar el monumento Sverd i fjell. (Espadas en la roca)
Para ello preguntamos en turismo y nos dicen que tenemos que coger el autobús de línea regular que para en la plaza del estanque. Allí preguntamos al conductor y son como 5 paradas si no recuerdo mal.
Está a las afueras de Stavanger y hay que bajarse del autobús y andar unos 200m por la acera hasta que llegamos a una playita donde se encuentran las espadas.

Esperamos pacientemente a que se fuera un autobus de turistas y disfrutamos un rato del momento, es un sitio tranquilo y agradable a disfrutar con buen tiempo.


De ahí volvemos al hotel que se está poniendo mal el día y no sé yo si nos mojaremos...

Como se puede ver en la foto, la bici no está considerada tan mal como en España y encontramos puestos como el de la foto donde podemos arreglar nuestra bici o inflar la rueda!! A ver si toman nota algunos!!!


Parece que sólo amenaza pero mañana no dan buen tiempo. Nos va a estropear la visita al Kjerag.
El Kjerag es otro de los trekking recomendables por la zona que lleva a una bola encajada entre 2 piedras pero son 11km, más desnivel, más exigente y menos turístico. Nos dicen en turismo que hay nieve casi todo el camino y eso a Silvia no le gusta, unido a que no dan buen tiempo nos hace desistir snif snif!! Yo quieeeero!

Paseo al pueblo a cenar y como nos hemos quedado sin actividad cambiamos planes para hacer un crucerillo... mañana será otro día.