Iogrea

Hoy toca día de relax, playita, paseos y disfrutar del solecito.

Salimos del Castell Motel y vamos a ver Point Lobos. El hotel no es nada del otro mundo pero está muy bien comunicado, es barato y agradable así que cumple todas las funciones para el poco tiempo que vamos a esta en él.


Point Lobos:

Point Lobos está abierto! menos mal! Teníamos serias dudas por el cierre del gobierno pero parece que, al igual que los museos de New York, Point Lobos lo gestiona una fundación y por eso sigue abierto.



Tiene varias rutitas y como no tenemos prisa hacemos todas las que podemos.
Nos pasa un hecho curioso y es que hay un incendio en un bosque a pocos km y se ha creado una enorme nube de humo y cenizas que tiñe el sol de naranja dando unos colores y tonos de pleno atardecer a media mañana!!



Aprovechamos esta curiosa luz para disfrutar de las vistas y de los curiosos árboles que crecen agarrados al acantilado.




Teníamos idea de que veríamos muchos leones marinos pero nos cuesta encontrarlos y no están lo suficientemente cerca como para pillarlos bien aunque se hace lo que se puede con el tele.





El Carmel:

Nos quedamos viendo cómo zampan peces los pelícanos y apuntamos hacia el Carmel, que está a 4-5km para ver la Misión.


En la etapa colonizadora americana se fundaron muchas misiones y esta fue una de las más importantes en la ruta que comunicaba con los Ángeles y se encuentra situada cerca de la carretera principal que bordea el Carmel.


El Carmel es un curioso y bonito pueblo costero conocido entre otras cosas porque Clint Eastwood vive ahi. Tiene una zona de casas muy pintorescas de orígenes Bohemios que ahora se ha convertido en zona de lujo.



Comemos en la playa disfrutando del solecito y nos tomamos un merecedio descanso que con la tontería llevo un buen tute hoy en el pie y me molesta.






Monte Rey:

Volvemos por la costa atravesando Canary Road hasta llegar a la zona del Acuario de Monte Rey


Tengo que hacer uso de las muletas para poder terminar el paseo por las antiguas conserveras que ahora se han convertido en tiendas de regalos para turistas.



El acuario es conocido internacionalmente pero a nosotros no nos atrae mucho así que tras la foto de rigor en el banco de Forest Gump nos metemos en un Jhonny Roquets a disfrutar un delicioso Milkshake.




Nos vamos al hotel, unos largos en la pisicina y nos ponemos guapos para ir a cenar al Carmel, que hemos visto un restaurante italiano muy mono donde pasaremos una romántica velada. Como anécdota curiosa, le caemos bien al dueño, que hace que no habla con Españoles y nos regala el postre, un pedazo de tiramisú para chuparse los dedos!!

Mañana toca volver a conducir así que zzz... que mañana será otro día.