Iogrea

Acabamos las provisiones de desayuno y cojo las muletas, ayer andamos demasiado y hoy parece que andaremos un buen rato y así no tiento a la suerte.

Cogemos el tranvía al lado del hotel y nos bajamos en Haight-Ashbury, el barrio Hippie.


Nos cruzamos con el típico camión de bomberos americano que se lleva una retratadura y nos hacemos fotitos con murales famosos.




Como anécdota vimos a un grupo de escolares entrar a una frutería, les llevaban los profesores a que conocieran de primera mano las verduras y a enseñarles a hacer la compra, tenía muy buena pinta esa clase!!

Al torcer la cabeza vemos a un curioso personaje con una máscara como la del malo de Batman, las frikadas que no se vean en USA....






Golden State Park:

Nuestra intención era ver un poco y volvernos a montar para bajarnos en el parque pero andando andando... al final llegamos al parque.

Queremos ir a ver el jardín japones que se encuentra en la zona del museo de ciencias.


Parece poco pero el parque es enorme y... andando andando... al final llegamos.

Nos ocurre una graciosa anécdota y es que al ir a comprar las entradas me ve la taquillera con las muletas y me pasó gratis! La verdad que, a diferencia de otras zonas en las que hemos estado, San Francisco está muy concienciada con las personas de movilidad reducida. Los ascensores tienen rampa o escalón bajo, escaleras mecánicas en el metro, ascensores... nada que ver con la inaccesibilidad de New York.




Estamos un rato en el remanso de paz y tranquilidad que se respira entre los bonsais y proseguimos marcha para encontrar unos dichosos bisontes.

En las guias ponía que hay unos bisontes en una zona del parque y vamos como tontos buscándolos. El parque es enorme y nosotros anda que anda anda que anda al final llegamos... para coincidir que hay 4, están comiendo y se les ve de lejos! tócate los pies!!!

En fin, cansadetes seguimos descendiendo hacia el pacífico para ver unos molinos y encontramos un supermercado grande donde nos compramos unos donuts enormes. Un par para reponer fuerzas y el resto para desayunar mañana.


Por fin se acaba el parque, los molinos no tienen nada del otro mundo y lleva tiempo metiéndose la típica niebla así que fotito al mar, nos ponemos la poca ropa que llevamos y esperamos al autobús que nos lleva de vuelta al hotel.






Despidiendo San Francisco:

Ya hemos cumplido todos los planes así que nos dedicamos a comprar los regalitos para la familia, como hemos ido mirando estos 2 últimos días vamos a tiro hecho.


Cogemos el otro tranvía clásico, que sube por california st y por el camino vemos un par de iglesias y hotele de lujo, nos paramos en lo alto de la colina en un antiguo edificio de tabao y luego un bus nos deja en pier 39.


En este recorrido los coches conviven con el tranvía y te pasan raspando si vas por la parte de fuera.


Es curioso ver al conductor manipulando las palancas


Nos despedimos de los animalitos y sus incesantes gritos al tiempo que saco alguna fotito del skyline desde la parte contraria.





El aire se vuelve congelado y ya no es fresco, es frío, así que aprovecho un softshell que he comprado para mi padre y me lo pongo y ya calentito buscamos manduca para cenar tras descubrir con sorpresa que una escalera que parece un piano suena al bajar por los escalones. Decían del piano gigante de la tienda de la 5th avenida... pues este es más grande y duro y en la calle jaja!

Hoy han decidido que se ponen de acuerdo, han aprobado los presupuestos y ya se puede entrar en Alcatraz! manda narices la cosa! lógicamente está todo petado y ya no hay entradas así que... que les den a los americanos y sus cierres de las narices! nos tendremos que conformar con verlo a lo lejos.


Como nos gustó el wipeout nos metemos y probamos clamchowder, una especie de sopa espesa de cangrejo servido en un pan vaciado.


Con los deberes hechos y tras sacar unas fotitos nocturnas de Fisherman Warf nos volvemos al hotel.


Queremos comprar el billete de tren para el aeropuerto ya que el vuelo sale muy pronto y menos mal que lo hacemos porque descubrimos que se les ha ocurrido ponerse de huelga y no hay tren al aeropuerto! Pero nos podía pasar algo más!!!
Estudiamos las opciones y el autobús implica transbordos y posible atasco. En el hotel hay una lanzadera pero hay que pedirla con tiempo y tenemos sólo unas horas así que dejamos pagada la cuenta y nos vamos a dormir confiando que mañana de madrugada pase pronto un taxi.




Último día: San Francisco - Dallas - Madrid

A las 6:00 nos despertamos y es que el vuelo sale a las 9 y poco y no queremos lío en aduanas.
Salimos con nuestra maleta a un San Francisco durmiente, a diferencia de New York aquí todo está tranquilo a estas horas. Tenemos suerte y bajando hacia Market St paramos un taxi que nos lleva en un periquete al aeropuerto.
En un taxi empezo y con un taxi acaba.

En el mostrador de american airlines nos hacen la facturación y nos dejan esperando un poco hasta que vienen con la silla de ruedas a buscarme. Como la bota ortopédica no cabe en la maleta he vuelto a ponérmela.

Se nota que es un vuelo internacional ya que hay más control, tras el trámite habitual de colarme toda la cola y entrar por la vía rápida me hacen un control de drogas y me pasan un scanner diminuto por toda la bota para no quitármela. Madre mía que exageración!
Por fin estamos al otro lado y nos vamos a desayunar, nos tuvimos que comer los donuts antes porque cualquiera lleva comida al control...

El avión va con retraso así que nos toca esperar un poco y observamos que en San Francisco hay cargadores de móvil en las salas de espera, wifi gratuita y diversas comodidades muy de agradecer de las cuales podían tomar nota en Barajas...

Al fin salimos y vamos un poco ajustaditos, hemos leído que la terminal de Dallas es inmensa y me da que tenemos el tiempo justito para hacer el transbordo... llegaremos??
Al llegar me están esperando con la silla de ruedas. Los que íbamos para Madrid nos dejan salir antes ya que va la cosa ajustadilla. A mi me dejan tirado a la espera... y al poco viene uno de la terminal, me coge y salimos por los atajos a la lanzadera que nos lleva a la zona correspondiente.
3 paradas después de tren y tras dar la vuelta completa al aeropuerto llegamos a la sala de espera.
Me da tiempo a ir al servicio y cuando salgo están repitiendo mi nombre para el embarque, privilegios de los lesionados jeje.

Ante la mirada de algunos vips entramos los primeros al avión y tomamos asiento, ya está todo hecho y tan sólo hace falta paciencia y unas cuantas horitas de vuelo para volver a los madriles.

Ha sido un viaje largo, intenso y con muchas cositas. Como buen viaje no ha salido todo rodado pero hemos ido solventando de la mejor manera posible nuestra experiencia americana.
Estupenda Luna de Miel que se quedará marcada en nuestra retina... a la espera de tener una excusa para montar otro de esta embergadura... ;)



Colorín colorado, el libro del viaje... se ha acabado.