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sábado, 7 de agosto de 2010

DANUBIO. 25 Ingolstad- Regensburg

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Para variar nos despertamos temprano pero sin exagerar. El hotel incluye en los 89e que nos ha costado la noche un estupendo buffet libre donde aprovechamos para desayunar opíparamente aunque no caemos en hacernos unos buenos bocatas para el camino confiando en nuestras provisiones.

A las 8 de la mañana ya estamos listo con las bicis preparadas para salir y la calle se encuentra desierta y el cielo.... despejado!!!
Se ha tirado toda la noche lloviendo pero hoy luce un cielo azul con 22 graditos que me hacen decidirme por la manga corta. Pasaré fresquete a la sombra pero paso de sudar la térmica de manga larga si puedo evitarlo.

No sabemos en que día vivimos pero dado que no hay nada abierto caemos en que es domingo así que será complicado encontrar algo abierto. Menos mal que nos quedan provisiones de la última compra.

El camino se aleja de Ingolstad pasando cerca de unas centrales eléctricas y por la orilla izquierda del Danubio, que hoy luce majestuoso por su anchura y su nivel del agua, que amenaza con desbordarse.

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No atravesaremos casi pueblos en el recorrido y desde que pasamos Sigmaringen los desniveles son prácticamente inexsitentes así que la media de km va subiendo rápidamente mientras disfrutamos de las vistas del Danubio.

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Los pocos pueblos que pasamos son pequeñitos y pasan rápidamente aunque nos hace gracia una casita en miniatura para pájaros que tiene a la entrada una casa:
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Según avanza la mañana y caen los km van apareciendo nubes y el cielo se cubre pero disfrutaremos a lo largo de todo el día de una temperatura ideal con poco calor y mejores vistas que con cielo claro.
Parece que las pulseras antimosquitos que compró Silvia en el deca antes de salir y que yo bauticé como "todo incluido" al ponernoslas en el avión hacen su efecto porque nos estamos escapando bastante del mal tiempo.

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Poco a poco el río se vuelve a encañonar según nos acercamos Weltenburg y nos alejamos del río para subir un par de tachuelas aunque se nota la lluvia caída.

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Casi llegando a Weltenburg hay 2 opciones. Subir una colina con pinta de empinada por un bosquecillo o pillar un ferry con muy buena pinta y que la guía recomienda para hacer unos 5km por el río.

El tiempo acompaña y merece la pena así que enfilamos hacia la abadía.

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El río está a punto de desbordarse en esta zona y de hecho ha inundado el parking anterior a la abadía y nos hace dar un rodeo para evitarlo. Vemos a un atrevido ciclista cruzarlo y el agua le llega por las rodillas!

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La llegada a la abadía es muy bonita ya que vamos con el agua casi a ras del camino y nos la encontramos de golpe al dar una curva del río al mismo tiempo que vemos como se encañona.

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Mientras que Silvia va a sacar los tickets para el Ferry, que se sacan en un quiosquito al lado de la abadía y cuestan 6.7e con bici por persona, a mi me da un tabardo y me subo con las alforjas un rampón del 15 que sube la colina para ver la abadía desde arriba. Alarde de tontería que me brinda la aprobación de caminantes que flipan al ver la bici con las alforjas subir tanta pendiente pero que hacen que termine jadeando y con las piernas calientes calientes.

Tenemos suerte y cuando llegamos al puerto está viniendo el ferry así que en 10min estamos embarcando.

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Están acostumbrados a que suban bicis y se nota ya que son las primeras en entrar y salir y ponen una rampa a tal efecto y hay una zona destinada a las bicis.
Dejamos las bicis junto a otras y subimos a la terraza para hacer unas fotitos y ver el recorrido. El aire es fresquete y la mayoría del pasaje se queda en la planta de abajo que está cerrada.

Le pedimos a una ciclista que nos hemos cruzado varias veces a lo largo del día desde que coincidimos en el desayuno del hotel y resulta que es española.
Curiosidades, ella creía que nosotros éramos alemanes (eso que mis alforjas dibujan la bandera de españa...) y nosotros que ella era alemana ya que tenía el pelo tirando a pelirrojo jaja.
La pedimos una foto y conseguimos la primera foto juntos del viaje!

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En las grandes paredes que flanquean el recorrido veo gente escalando y se me enciende el monillo pero la experiencia bicicletera está siendo chula chula.

Entre que hablamos con la española, que viaja sola porque no encuentra ya acompañantes para sus locurillas (espero que a nosotros no nos pase ya que somos 2 ;) )y que vemos el paisaje llegamos a Kelheim y nos encontramos descendiendo del barco mientras observamos una gran torre homenaje a los caídos que hay en lo alto de una colina.

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El pueblo es bonito y, aunque se puede esquivar lo atravesamos para verlo mejor y así atravesamos un elegante puente sólo para ciclistas y peatones que nos deja en las afueras y volvemos al carril bici que sigue el Danubio.

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A partir de aquí el camino tiende a ir paralelo al Danubio aunque llegamos a otro pueblo y se empeña en seguir la calle principal, pero esta vez sin carril bici y feota así que no le hago caso y siguiendo mi intuición continuamos por un parque muy bonito que si que tiene carril y que va pegado al Danubio.

Va siendo hora de comer y el camino se empeña en seguir por una carretera en lo que descubro un sendero que va entre el río y un pueblecito encantador donde encontramos un banquito, ideal para descansar un rato y comer. Que con la tontería del barquito llevamos ya 60km y hay hambre.

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Se nota que vamos pillando forma y que las etapas son más llanas porque nos cunden mucho más los km.
Nos pilla un poco de aire en contra en el siguiente tramo pero mi senderito empalma con el del danubio al final del pueblo y ya seguiremos un sendero que cada vez va estando más frecuentado según nos acercamos a Regensburg.

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Atravesamos un espacio deportivo donde están celebrando una fiestorra con altas cotas de cerveza y ya en Regensburg vamos pedaleando por el carril paralelo al Danubio mientras entramos en la zona urbanizada por un parque muy concurrido donde, casi siempre en dirección contraria, nos cruzamos con multitud de ciclistas y alforjistas de todo tipo y condición.

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A las 2:30 estamos en la puerta del camping, anda que no nos ha cundido!!! llevamos 88km y casi no nos hemos enterado!
Algunos en nuestra situación se van directamente a montar las tiendas sin pasar por recepción pero nosotros esperamos pacientemente hasta las 3 que abren para registrarnos y que nos metan el mayor sablazo del viaje en camping. 23e por noche frente a los 12-14 de las zonas anteriores!!! estar en una gran ciudad parece que si que tiene su precio.

Nos demoramos un poco pensando el sitio perfecto para levantar la tienda y que la de el sol cuando amanezca pero que el suelo esté mullido y tal... y unos belgas vecinos nuestros se descojonan mientras que probamos sitios.
Al final prima el sitio elegido por Silvia aunque yo le indicaba uno con mejor suelo.

Sacamos la tienda y parece que sigue viva ya que desde Sigmaringen no la hemos usado y la recogimos mojada de la noche de lluvia. Entre las decisiones la hemos dejado encima de la rafia y con el sol que pega se ha terminado de secar pero... al montarla plof! barilla rota!!
La verdad que mucho estaba durando la campeona. 19e que nos costó la T2 del deca y da un resultado excepcional aunque con tanta lluvia no me hubiera importado cargar el kilo extra que pesa la T3+ y haber disfrutado de más espacio. Posiblemente la única cosa que cambiaría en mis alforjas en este viaje.
En la T2 con todas las cosas dentro entramos justitos.

No pasa nada porque llevo una barilla de repuesto pero claro, toca desmontar la goma que las une y reemplazar la vieja por la nueva. Al hacerlo... la nueva es un poco más gorda y no entra! grrr. Nada que la lima que viene con la navaja multiuso no arregle y tras unas sonrisas de los belgas y un rato de bricolaje por fin tenemos el campamento montado y listo.

Mientras que nos duchamos llega un ciclista con el que coincidimos en Sigmaringen y me cuenta que le llovió mucho y que ha hecho 2 etapas en tren. La del hotel también nos contó que ella hizo etapa en tren con muchos ciclistas así que el dia de Ingolstad debimos ser de los pocos poquísimos que montamos en bicicleta.

Limpitos y cambiados (aunque a mi no se me note porque tengo 2 pantalones iguales y salgo igual en las fotos ;) ) pillamos de nuevo las bicis para ir a ver el casco histórico.
Si si, parece locura despues de casi 90km tener otra vez ganas pero el centro está a 3km y en bici es un periquete.

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Como somos unos chicos con "todo incluido" cuando llegamos hay una feria con puestos en la calle, conciertos y una exposición de coches antiguos muy chula que da un colorido especial a una ciudad ya de por si atrayente.

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Aprovechando el precioso cielo que se ha quedado nos recorremos en bici la ciudad con lo que con la tontería terminamos haciendo unos 15km extras a los 88 ya realizados.

Dirán lo que quieran los de Ulm de su catedral y su altura pero ni impone ni parece tan alta como dicen.
La de Regensburg sin embargo es mucho más impactante y en un entorno más agradable.

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LLegamos a turismo cerrado así que buscamos el puente de piedra y al cruzar al lado contrario prosiguen las fiestas y conciertos. Damos una vuelta a un barrio encajado entre 2 brazos del río entrando por el puente de piedra y saliendo por el de hierro y aprovechamos para que nos tiren una foto en tan emblemático punto pero el fotógrafo deja que desear y si, nos saca a los 2 pero se olvida del puente, la catedral, la vista...

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Aunque hemos picoteado hay hambre así que dejamos las bicis atadas (aquí es lo más normal y con un candadito de nada están muy seguras) y nos vamos a la zona de los conciertos a comernos unas salchichas.

Terminamos de hacer tiempo pero no podemos remediarlo y a las 8:30 plantamos las posaderas en un sitio muy mono que hace esquina llamado la "Rive Droite" donde Silvia había divisado en una de las pasadas unos suculentos platos.
Resulta ser todo un acierto porque la calidad y cantidad es muy notable y además tiene wifi gratis así que aprovecho con el móvil para dar noticias nuestras y contar a los conocidos de Silvia que no la llamen porque tiene el móvil ahogado.

Salimos redondos a rebentar con la enorme ensalada cesar, la hamburguesa descomunal que me ponen y la fuente de lasaña que se pidió Silvia. Con razón nos miraba la chica y nos preguntó 3 veces si queríamos en realidad 3 platos pero hoy habíamos comido poco durante la ruta al estar las tiendas cerradas y se agradece el empacho.

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Con tanto comer se ha hecho de noche así que nos abrigamos porque la temperatura ha bajado unos grados y ponemos las luces a las bicis y enfilamos para el camping que además y para variar amenaza lluvia.
A poco de llegar comienzan a caer cuatro gotas pero llegamos al camping sin incidentes. Nos da tiempo a dejar las bicis al lado de la tienda (las ponemos un candado pero la gente ni eso), nos lavamos los dientes y es meternos en la tienda y comenzar de nuevo a llover. Menos mal que el "todo incluido" de la pulsera funciona ;) y nos respeta lo suficiente como para que no nos moleste el agua.

No sabemos cómo amaneceremos pero entre los km en bici, el paseo y la tripa a reventar yo debería dormir como un bendito... o no?

Aquí podéis ver todas las fotos: Fotos de la ruta DANUBIO. 25 Ingolstad- Regensburg

Track de la ruta DANUBIO. 25 Ingolstad- Regensburg

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